6 años coach

Hace 6 años que me formé como coach. Lo hice con un grupo de personas valientes, maestros, maestras y aprendices, que hizo que ese viaje se convirtiera en un proceso de coaching para muchas de nosotras.
Me había formado previamente en materias afines. El desarrollo personal, el conocerme para ser y sentirme mejor llevaba ya muchos años en mi vida. Creo que siempre concebí la vida como un ámbito en el que ser mejor, con una, con el resto y en el trabajo, pero es cierto que fue tras un golpe de Estado que viví que este interés aumentó. Posteriormente seguiría mi formación como coach organizacional.
Y qué me llevó al coaching: La complejidad de las vidas que llevamos las personas cooperantes, que no siempre se acompaña ni desde nuestras organizaciones ni nuestros entornos.
Las dudas y contradicciones que vienen con la movilidad y las “heridas”, hacen que en ocasiones necesitemos un acompañamiento sicológico o de una coach para ordenar lo que queremos y cómo llegar a ello. Nuestros trabajos son muy retadores, con un esfuerzo intelectual permanente al que nos llevan tanto las situaciones difíciles que vemos y vivimos en nuestros contextos de trabajo (huracanes, pobreza, violencia, terremotos…), como el hecho de tener que aprender un gran número de cosas permanentemente, por no hablar de las dificultades con la conciliación y lejanía de muchos de nuestros seres queridos que trae esta profesión. El estrés está con nosotras y nosotros demasiado tiempo, haciendo algunos estragos.
Las herramientas y práctica me han abierto puertas y ventanas que he explorado en mi vida, y he acompañado a otras personas a explorar las suyas. Los límites, los “para qué”, la disciplina, cuidar el cuerpo, actuar, parar, orientar la energía a lo que queremos, hacer un plan de acción… son parte ya de mi vida.
Coaching de vida y organizacional, ambos los aplico en mi trabajo de cooperante, muy útil para la relación con otros actores y la organización del trabajo.
El coaching me ha resultado muy afín a la cooperación, muy compatible con nuestras herramientas de trabajo y con las problemáticas que atendemos y vivimos. Ya van 6 años, y sigo aprendiendo sobre cómo cuidad más la mente y el cuerpo, para tratarme y tratar mejor, y poder acompañar a quien está cerca de mí. Y ser cada día una mejor cooperante.